En los últimos años, las iniciativas de agricultura inteligente han tenido un crecimiento acelerado en el sector.
Esto se debe a que el panorama que vive el rubro en la actualidad es complejo. El impacto del cambio climático es una realidad, y el trabajo de la tierra es una de las zonas más golpeadas por este fenómeno.
Menos recursos disponibles, más hectáreas de tierra sin producir y mayor número de zonas áridas son algunos de los desafíos que enfrenta el trabajador.
Ante este escenario, se hace necesario implementar soluciones que frenen el impacto de la explotación de la tierra en el desequilibrio de los recursos naturales.
La agricultura influye en el cambio climático y este incide en la producción de alimentos, derivando en prolongados períodos de sequía, aumento de las temperaturas, alterando los patrones de lluvia, entre otros.
Para todos los países y, en especial, para Latinoamérica esta es una situación alarmante. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la región es el principal productor y exportador de alimentos del mundo.
Según el organismo, las indicadores señalan que tanto solo en el 2020 unas 270 millones de personas dependían de la agricultura. Esta cifra, sostiene la organización, podría haberse incrementado por el crecimiento de las poblaciones y demandas de los consumidores en los últimos años.
En este contexto, llegamos a uno de los conceptos más importantes de la era digital y tecnológica y es la agricultura inteligente.
Agricultura inteligente, de transición y cambio
Como lo hemos explicado en otros artículos, la transformación digital es parte de todos los sectores y la agricultura no es la excepción.
En relación a su impacto en la forma de cultivar el campo, se abre paso un concepto que cobra cada vez mayor importancia en la producción de alimentos. En este sentido, se hace referencia a la agricultura climáticamente inteligente.
Se trata del uso de herramientas tecnológicas diseñadas para trabajar el campo, mejorar los niveles de producción y cuidar los recursos en función del clima.
El Banco Mundial la define como un forma inteligente de agricultura con la que se busca gestionar los bosques, las tierras de cultivo, la ganadería y la pesca en pro de la seguridad alimentaria y de frenar el cambio climático.
Sobre esto la FAO asevera que “la agricultura climáticamente inteligente persigue tres objetivos principales: el aumento sostenible de la productividad y los ingresos agrícolas, la adaptación y la creación de resiliencia ante el cambio climático y la reducción y/o absorción de gases de efecto invernadero, en la medida de lo posible”.
De esta manera, la transformación digital ofrece herramientas para impulsar la transición hacia una agricultura más sensible, consciente del clima y con estándares de producción alimentaria eficientes.
Aspectos favorables de la agricultura inteligente
Hacer frente al cambio climático es uno de los principales objetivos de las empresas del sector de la agricultura.
Por un lado, porque representa una amenaza para los cultivos y genera un desequilibrio en cuánto a los factores climáticos que pueden afectar la tierra.
Mientras que por otro, una mejor utilización de los recursos arrojará mayores ganancias, más productividad y reducirá en un porcentaje significativo la emisión de gases.
Según reseña EFE, Chile junto a otros países de la región logró aumentar su producción y disminuir las emisiones mediante la agricultura inteligente.
Con base en esto, se recomienda a las pequeñas, medianas y grandes empresas del rubro, implementar estrategias con tecnologías de cuarta generación.
Esto significa aplicar soluciones tecnologías con herramientas de Inteligencia Artificial, Tecnologías de Comunicación e Información, Analítica y Big Data , entre otros. Todo esto con el objetivo de optimizar la calidad de los productos, tener un mayor control sobre los cultivos y proteger eficazmente el medio ambiente.
Es necesario destacar que a la agricultura inteligente también se le conoce como Smart farming y entre sus aspecto favorables están los siguientes:
Mayor índice de producción:
Gracias a las soluciones y herramientas que ofrece la agricultura inteligente, los trabajadores del campo pueden proyectar un mayor índice de producción de alimentos por cada hectárea cultivada.
De igual manera, el agricultor puede controlar con precisión lo que sucede con la cosecha y reaccionar ante eventuales problemas que pueda afectar el resultado definitivo de la siembra.
Reducción significativa de costos
Al poder monitorear en tiempo real lo que sucede con tus cultivos, estarás facultado para identificar las condiciones en las que se encuentra la tierra y conocer en detalle el momento indicado para aplicar fertilizantes y otros recursos de disminución de riesgos.
Cuidado de los recursos
Cuando cultivas el campo, los recursos naturales son oro debido a que representan la materia prima y el campo fértil para trabajar.
En este contexto, las soluciones de agricultura inteligente permite reducir y optimizar el consumo de elementos como el agua.
Por medio de sensores y aplicaciones, los trabajadores pueden hacer predicciones climatológicas y mediciones de humedad en los distintos cultivos.
Promueve la sostenibilidad
Incorporar soluciones de agricultura sostenible no solo influye en la calidad y cantidad de los productos y en la explotación de los suelos.
Además de ello, representa una iniciativa enfocada en tener una cultura responsable sobre el uso de los recursos naturales y el impacto que esta labor tiene sobre el medio ambiente.
La transformación de la industria agrícola a una cultura tecnológica sostenible es indispensable de cara a los próximos años. De hecho, servirá como eje para ofrecer mejores condiciones laborales a los trabajadores del sector y mayores beneficios a las empresas.
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