En la actualidad, la mayoría de los países y las grandes organizaciones dedicadas al cuidado del Medio Ambiente y los recursos naturales enfrentan una serie de desafíos, entre los que destaca la implementación de la agricultura sostenible como nueva forma de trabajo en el campo.
Esta dinámica de trabajo, impulsada en gran medida por la necesidad que existe de cuidar el planeta, cobra cada vez mayor importancia convirtiéndose en un pilar fundamental entre los objetivos del sector de cara a los próximos años.
Desde 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) viene advirtiendo lo que está pasando: casi el 44% de las tierras agrícolas se encuentran en zonas áridas y cerca de 2.000 millones de hectáreas en todo el mundo están en estado de abandono.
A ello se suma que poco más del 30% de la población mundial vive en zonas de sequedad extrema y cobertura vegetal reducida o casi inexistente.
Teniendo en cuenta estos factores, se puede deducir que la producción agrícola tiene un impacto ambiental significativo, lo que nos lleva a pensar entonces: ¿es fundamental promover la agricultura sostenible desde esta perspectiva? ¡Por supuesto que sí!
La nueva forma de trabajar el campo
Si bien las nuevas tecnologías han transformado la forma de trabajar el campo, también brindan herramientas para implementar todo un sistema de agricultura sostenible que permita poner a producir las tierras.
Productores de diversos tamaños, rubros y agroecosistemas están conscientes de ello y por eso optan por la sostenibilidad como una forma estratégica de enfrentar el cambio climático, la degradación de los ecosistemas, la sobreexplotación de los recursos naturales, el uso indiscriminado de agroquímicos, entre otros.
De esta manera, para que la actividad agrícola cumpla su fin, que no es más que cubrir las necesidades alimentarias y textiles de las generaciones presentes y futuras, se llevan a cabo una serie de prácticas ecológicas que buscan promover la producción de alimentos saludables respetando recursos como la tierra, el agua y el aire.
“Para conseguir la transición global a la alimentación y la agricultura sostenibles, es imprescindible mejorar la protección ambiental, la resiliencia de los sistemas, y la eficiencia en el uso de los recursos”, señala la FAO.
En este orden de ideas podemos decir que la agricultura sostenible se constituye como el presente y futuro del trabajo en el campo.
Así lo corrobora el mencionado organismo internacional, instaurando la agricultura sostenible como uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Para conseguir la transición global a la alimentación y la agricultura sostenibles, es imprescindible mejorar la protección ambiental, la resiliencia de los sistemas, y la eficiencia en el uso de los recursos”.
Cultura de desarrollo sostenible en la agricultura Chile
Pese a lo novedoso que pueda ser el desarrollo de iniciativas de agricultura sostenible, en Chile se trabaja desde hace varios años en implementar políticas públicas y privadas dedicadas a promover la sostenibilidad en la industria agrícola.
Un precedente de esto se encuentra en los Acuerdos de Producción Limpia firmados por los miembros de la agricultura familiar de la región de El Maule, en el que 340 agricultores lograron aumentar en 15% sus ingresos reduciendo el uso de energía, sus emisiones, residuos y uso de plaguicidas. Así lo destaca la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.